En esta ocasión, los deseados ni siquiera nos hicieron esperar demasiado. En mi segundo intento de búsqueda de la pareja de pájaros moscones (Remiz pendulinus) que llevan ya casi un mes desde que fueron vistos por primera vez en Cecebre, éstos se portaron de maravilla y aparecieron en el lugar y hora previstos. Siempre inquietos, moviéndose sin descanso dentro del pequeño mar de espadañas que tanto les gusta, al principio pensé que iban a ser imposibles de fotografiar.
Sin embargo, su tolerancia a la presencia humana (e incluso perruna) es de agradecer, y una vez localizados se pueden observar a placer y, con paciencia, pasarán alguna que otra vez por delante del objetivo de la cámara.
Tanto es así que otros compañeros pajareros, más habilidosos y con buen material óptico, consiguieron leer parcialmente la anilla que porta uno de estos diminutos enmascarados. Más tarde, también pudieron ser capturados para una lectura completa de la anilla. Gracias a ello, sabemos que uno de ellos es adulto, el otro ha nacido en 2014, y que proceden de Suecia.
Es impresionante que estos pequeños seres de apenas 10 gramos puedan llegar a realizar un viaje tan largo y lleno de amenazas hasta llegar a nuestra tierra, lugar que en muy rara ocasión han visitado otros de su especie. Bienvenidos y mucha suerte en el viaje de vuelta.
Hola Juanda.
ResponderEliminarEnhorabuena por las fotos a esta especie, yo iba a ir este martes (¡justo el día que los capturaron!) pero por razones de fuerza mayor me fue imposible. Si algún día para de llover me plantaré allí...
Un saludo.
Gracias, Rafa. Por ahí llevan ya un mes y yo creo que pasan por las espadañas varias veces al día, es cuestión de suerte y paciencia. A ver si nos da una tregua la lluvia! Un abrazo
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