Era mi segunda visita al embalse de San Andrés de los Tacones, aunque casi se podría considerar la primera. La anterior fue una excursión con el colegio, hace tantos años que el recuerdo es muy borroso y, con el paso del tiempo, la imagen que se había ido asentando en mi mente de este lugar era la que veía desde la autopista "Y" cada vez que pasaba junto al embalse. Pero con una visita a pie de campo, los lugares siempre se ven de otra manera.
Acudí con la idea de conocer el sitio, explorar los caminos para recorrerlo y, claro, echar un ojo de las aves que había por allí. En un primer vistazo descubrí un grupo de cormoranes grandes y buenos números de zampullín común y somormujo lavanco. De éstos últimos, un bando de 19 individuos, el más grande que había visto de esta especie en mi corta carrera de ornitólogo aficionado.
Sin saber muy bien por donde ir, mis expectativas no eran muy altas... pero la sorpresa llegó al asomarme a un estrecho camino de tierra, desde el que pude identificar en la lejanía a tres ejemplares inmaduros de cigüeña negra (Ciconia nigra) que descansaban tranquilamente de su largo viaje migratorio.
Al contrario que sus parientes de color blanco, los ejemplares de esta especie son muy tímidos y tienden a mantenerse alejados del ser humano refugiándose en los bosques, lo que hace complicada su observación. Además, sólo se dejan ver por el norte de España en determinadas fechas, cuando cruzan los Pirineos en su trayecto hacia el sur, que se ve interrumpido de vez en cuando para descansar en lugares húmedos, como en esta ocasión.
Su descanso, al igual que mi intento de acercamiento entre la vegetación, fue interrumpido por un helicóptero de la DGT que las asustó. Al menos llegué a tiempo de poder verlas durante un par de minutos.
Permanecieron en el aire el resto del tiempo que estuve allí. Por momentos se alejaban tanto que las perdía de vista, pero se quedaron cicleando en torno al embalse, sin intención aparente de querer alejarse.
¡¡¡Buen viaje!!!
Estupenda la cita y las fotografías.
ResponderEliminarMe alegra mucho que sea en el embalse de San Andrés, un lugar con muchas posibilidades a nada que se hiciese. Saludos
Muchas gracias! Menuda visita más fructífera que me salió, me quedé con un grato recuerdo del lugar!
EliminarYa casi son fijas todos los años en este embalse, estupendas fotos, ¡qué suerte!
ResponderEliminarLa verdad es que sí, es de esas veces que, por pura casualidad, te encuentras en el lugar adecuado y en el momento oportuno. Genial que nos visiten casi todos los años, no conocía ese dato!
EliminarHola Juanda.
ResponderEliminarEnhorabuena por el hallazgo, ahora a mayor tamaño y sin el sol molestándome para verlas (a diferencia de cuando me las enseñaste en Baldaio) puedo disfrutarlas mucho más, las fotos te quedaron muy bien.
Están bajando algo los niveles de agua, a ver si podemos quedar para ir a Cecebre.
Un abrazo,
Rafa.
Muchas gracias, Rafa! Por supuesto, Cecebre seguro que nos va a entretener mucho este otoño-invierno!
EliminarUn abrazo.